El tiempo como consejero

Con las bandas y el paso del tiempo suelen pasar dos cosas: que opten por seguir el mismo estilo y fórmula del primer disco, sonando siempre igual, y por consecuencia haciendo discos idénticos unos a otros; o que tengan la necesidad de buscar y experimentar en otros sonidos en los cuales identificarse, momentánea o definitivamente.

Es así­ que 11 años en una misma banda puede tornarse algo completamente aburrido y agotador (si se hace permanentemente lo mismo) como también ser el camino ideal para el disco perfecto.

A Sleater Kinney, por ejemplo, el tiempo y la madurez pareciera acompañarlas de la mejor manera, evolucionando disco a disco y demostrando una y otra vez que las chicas no tienen por qué ser dulces y poperas todo el tiempo.

The Woods, su séptimo y más elaborado álbum, sorprende con momentos que van desde la furia absoluta a cuelgues dulces y led zeppelinescos (?).
El disco, fruto de improvisaciones en los shows de la gira junto a Pearl Jam en el 2003 y del clima polí­tico de lo últimos tiempos, estuvo producido por Dave Fridmann (The Delgados, Mercury Rev, The Flaming Lips, Low) y debió esperar varios meses para ser lanzado en nuevo sello, SubPop, luego de años en Kill Rock Stars.

Janet Weiss (baterí­sta) expresó que la espera por el lanzamiento fue más larga de lo usual y que durante esos meses (de terminada la producción de The Woods) debieron hablar del disco cuando ni siquiera habí­a sido lanzado.Me podría volver loca tratando de explicar cómo las canciones cayeron del cielo a nuestras laptops, comentó en el blog de la banda.

Pero la espera valió la pena y las 10 canciones del disco remarcan, a lo largo de casi 50 minutos, la fuerza de este grupo surgido de las cenizas de Heavens to Betsy y Excuse 17 en pleno auge del denominado Riot Grrrl! (Bikini Kill, Bratmoville, L7) , movimiento en el que se mantuvieron por un corto perí­odo.

Temas como What´s mine it´s your o el colgado Let´s call it love, son algunos de los puntos más fuertes del disco, donde también hay lugar para la tranquilidad y la dulzura en canciones como Modern girl o Steep air.

La banda, que comenzó a tomar reconocimiento con Call the doctor (1996) por las incisivas letras que reflejaban su postura ante la desigualdad entre géneros, el consumismo y la permanente jjerarquí­a dominante de los hombres en los diferentes ámbitos del rock, nunca ha dejado de lado, desde entonces y hasta ahora, su actitud social y politicamente activa... y puede ser porque, como dicen en Enternain (primer corte de The Woods), no estan aquí­ para entretenernos

Publicado por Andy grey, terça-feira, maio 31, 2005